Hoy, falté a la pega porque amanecí mocosa y con tos. No tenía (ni tengo) ánimo para levantarme. Me llamó como al mediodía la supervisora del trabajo a mi casa, una señora que claramente no me tiene mucha estima, ya que me trata ligeramente peor que al resto de mis compañeros, cosa que ellos también notan. Y bueno, aparte de decirme que no podía faltar por eso, soltó la frasecita que dice el globo de diálogo. El pensamiento es agregado mío. Con ustedes, la Señora G. (a.k.a la madrastra, y otros sobrenombres irreproducibles)
Saludos!
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